Etapa II San Emiliano – Oviedo . 82 km
No toca madrugar porque la cafeteria del Hotel abre a las nueve, así es que nos tomamos con calma el preparar las bicis. Hace bastante frío.
El itinerario que hemos diseñado discurre por los concejos de Teverga, Quirós, Proaza, Santo Adriano y Oviedo.
Hoy nos despedimos de la provincia de León y saludamos al Principado de Asturias tras subir Puerto Ventana.
Podría decirse que estamos en la subida en si ya que desde que ayer por la tarde dejamos la ctra CL626 y tomamos la LE 481 empezamos a subir.
Las nubes no dan mucha confianza.pero allá vamos.
Empezamos pedaleando por un falso llano, vamos ganando altura poco a poco hasta que tras una amplia curva empieza a endurecerse el ascenso .
Es un puerto que se sube fácil, exceptuando alguna corta rampa, el porcentaje de desnivel es asequible y cómodo de pedalear. Para nosotros fue bastante divertido porque el peso del equipaje no lastraba tanto como otras veces. No hay tráfico y la carretera es ancha, por lo que avanzamos sin tener que estar pendientes de los coches.
Casco tipo pamela ;o))))
Poco antes de hacer cota de puerto hay una gran explanada a modo de mirador y paramos a hacer unas fotos.
Esta subida se la dedicamos a los amigos Bultakos y por añadidura a todo su club Los Bultakos Bicycle de Badajoz.
Estamos en el Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa.
En esta bajada se inició la catarsis que veníamos buscando, fue donde empezó a fraguarse todo lo emocional que vivimos a lo largo del día.
La carretera parece estar hecha para ser pedaleada en cualquiera de sus sentidos, siempre entre árboles, con innumerables dobles curvas enlazadas. Una maravilla. El mayor peligro son las vacas sueltas que nos encontramos, pero como íbamos despacio, no nos ocasionaron problemas. Al entrar en el Principado ha cambiado de nombre, ahora es la Ctra AS-228.
Haciendo equilibrios Paco grabó un video con la cámara de fotos en una mano mientras que manejaba el manillar con la otra, fue un poco osado y el resultado de dudosa calidad. No es la zona más bonita ni donde mejor estaba el asfalto pero os lo subimos a Youtube para que os hagais una idea. Le hemos puesto música relajante porque en ese estado fue como la disfrutamos .
En Páramo encontramos un bar abierto y aprovechamos para tomar una cerveza con una ración de cecina ( bastante mala) pero la bajada continuaba hasta el parque de la prehistoria. El paisaje vuelve a cambiar. Mejor verlo que contarlo.
Volvemos a parar en el inicio de una de las innumerables rutas senderistas que hay en la zona. La de las pinturas rupestres de Fresnedo empieza en esta cueva.
Por aquí discurre la ruta de las pinturas rupestres, una pena que sólo pueda hacerse caminando.
La carretera está tranquila, nos encontramos varios grupos de motoristas y no nos extraña porque debe de ser una gozada ir en moto (aunque no tanto como en bicicleta ;o)))).
Continuamos bajando hasta Entrago o Entragu en asturiano. Aquí es donde se inicia o se termina la Senda del Oso. Contamos con el aliciente añadido de que llevaremos todo el rato la tendencia a bajar, o sea que no necesitaremos hacer ningún esfuerzo y que abandonamos el asfalto.
La Senda del Oso es una Vía Verde y por lo tanto discurre sobre el antiguo trazado de las vias de los trenes mineros. No tiene ninguna dificultad y está perfectamente señalizada. Es uno de los recorridos más famosos de Asturias por lo que en los meses de julio y agosto, la afluencia de senderistas la convierte en una romería, pero en septiembre se hace con mucha tranquilidad, sólo nos encontramos con un grupo de jóvenes que iban de visita guiada en bici y algunas parejas caminando.
Tiene tramos cementados y bastantes de tierra. Hay que pasar por varios túneles.
Hay dos cosas que no nos gustaron.
La primera tener que cruzar la carretera en varias ocaciones porque así lo exige el itinerario y en puntos cuya elección no ha sido muy acertada.
La segunda y la peor de todas es que en una parcela de poquisimos metros cuadrados están encerradas Paca y Tola. Sorprende sobre todo por la naturaleza que las rodea. Paca y Tola son dos osas que en 1989 tuvieron que ser rescatadas tras la muerte de su madre, abatida por un cazador furtivo. En aquel entonces eran muy pequeñas y no habrían sobrevivido. Nada más verlas se nos removió todo por dentro y se nos cayó el alma a los pies. Hicimos dos fotos y nos fuimos por no ver como se movían de un lado a otro de la valla. Lamentable. No sabemos si tienen un espacio más amplio, pero lo que vimos nos disgustó mucho.
Teníamos pensado desviarnos a comer en cualquiera de los pueblos aledaños pero fue pasando el tiempo y cuando nos dimos cuenta casi había pasado la hora y nos encontrábamos en terreno de nadie. Decidimos terminar la Senda del Oso y parar pero es en ese justo momento cuando el gps perdió la conexión con el satélite. Justo también cuando tenemos que enlazar con la Senda Fuso que nos lleva a Oviedo directamente. Le pusimos más atención a no perdernos que a comer, asi es que tuvimos que tirar de barritas energéticas.
Desconociamos que la Senda Fuso conecta directamente con la Senda del Oso, asi es que cuando nos dimos cuenta ya habíamos hecho tres km. Está bien señalizada. pero es fácil no ver los monolitos porque se camuflan con la vegetación o las piedras en muchos momentos.
Llegamos a Oviedo y nos encontramos la ciudad con la inquietud propia de sus fiestas patronales, la festividad de San Mateo.
Nos alojamos en el mismo hotel que cuando hicimos el camino Primitivo, a escasos 100 metros de la catedral. Estábamos avisados de que esa noche había conciertos en la plaza, pero no nos importó. Tuvieron el detalle de darnos la habitación menos ruidosa. Es el Hotel Ovetense http://www.hotelovetense.com. Sus instalaciones están un poco anticuadas, pero su inmejorable situación, el buen trato y su precio, hacen que merezca la pena.
Dimos un corto paseo por las ya conocidas calles del centro, nos tomamos unas cervecitas antes de ir a cenar a la sidrería del hotel. Su cocina cuenta con el prestigioso premio de mejor cachopo.
En Oviedo hay una costumbre de la que creemos que otras ciudades deberian de tomar ejemplo. Dentro de los conciertos patrocinados por el ayuntamiento, reservan un día para la actuación de cantantes o grupos asturianos. Pudimos difrutar de la maravillosa voz de Alexandra in Grey, del rock de Mokomitas y el folk de Bob Dylan cantado en astur por Toli Morilla.
A las dos de la madrugada aún no han terminado los conciertos pero nos vamos a dormir porque estamos realmente cansados.
Ha sido una jornada inolvidable y no sólo por los paisajes sino por todos momentos vividos, por disfrutar de viajar en bici, por haber abierto de nuevo la puerta de la felicidad .
Hay días que amanecen para ser perfectos y hoy ha sido uno de ellos. No podemos explicarlo , hay que pedalearlo .
Ésta ha sido una crónica más fotográfica que informativa, pero es que cuando las imágenes hablan, sobran las palabras.
Datos Técnicos
Track Wikiloc http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10543364
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